Lecciones de amor en Bali

 

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Esta vez, me  he ido de viaje a través de la novela de Miguel Griot. He estado en Bali acompañando a Marina, una joven de 17 años que viaja hasta esa isla paradisiaca para pasar las vacaciones de verano con su padre.

Allí, conoce a una serie de personas que le van a hacer el viaje más ameno ( para bien o para mal); pues no porque estemos en el mismísimo Edén las cosas tienen que ser buenas. 

El autor nos habla en tercera persona, pero Marina decide dejar constancia de su viaje grabando vídeos y subiéndolos a Youtube. La intención es acabar con su timidez.

Lo verdaderamente interesante es cómo nos habla de la autoresistencia a sus sentimientos, de la madurez de una chica a punto de cumplir 18 años, pero que no deja de ser una adolescente tímida y sumida en sus pensamientos. 

Por otro lado, conocemos a Ananda, instructor de submarinismo, que entra en la vida de Marina para ponerla patas arriba. Veremos si lo consigue. Lo que nuestra protagonista no sabe es que la llegada de Ananda a su vida le va a costar un secuestro. ¿Por qué? ¿Con qué objetivo?

Todo esto podemos leerlo en la novela de Miguel Griot, en no más de 230 páginas. Si nos dejamos llevar por el título podemos pensar que es una novela romántica, pero nada más lejos de la realidad. 

Nos enfrentamos a una historia escrita desde el punto de vista de una adolescente, con lenguaje coloquial y típico de esta franja de edad. A ello tenemos que unir, el uso de las nuevas tecnologías y su argot. 

Hubiera preferido una novela más adulta en todos los aspectos, pero creo que la intención del autor era dar voz a una persona de 17 años, y lo ha conseguido.